lunes, 6 de abril de 2020

MONOGRAFÍA PROPUESTA DE IMPLEMENTACION DE METODOS DE AUDITORIA FORENSE PARA LA IDENTIFICACION DE FRAUDES INTERNOS EN ENTIDADES FINANCIERAS


 

1. ESTADO DE SITUACIÓN


La auditoría forense de un tiempo a esta parte se ha convertido en una rama especializada en la formación del contador público o auditor financiero, que se encarga de detectar indicios y desenterrar evidencias de fraudes corporativos o actos de corrupción en entes privados o públicos, al revisar los libros contables, los balances y las facturas de una compañía (Saccani, 2010). Asimismo, es importante entender que la auditoría forense que proponemos es de tipo investigativa, la misma está orientada a identificar la existencia de fraudes mediante una profunda investigación llegando a establecer entre otros aspectos, los siguientes: determinar la cuantía del fraude, efectos directos e indirectos, posible tipificación, presuntos autores, cómplices y encubridores (Fontán, 2009).

Del mismo modo, el presente trabajo de investigación se lo enfocara a la necesidad de mejorar los procesos de control interno en entidades financieras, bajo un enfoque de implementación de auditorías forenses, como parte del proceso de fortalecimiento de la labor del auditor interno en las entidades financieras, que en los últimos años se ha visto vulnerada en aspectos de control interno, específicamente por fraude interno, como el caso de Banco Unión S.A.

Del mismo modo, cuando hacemos referencia a fraude interno debemos entender que estos actos son ilícitos realizados o actividades no realizadas de manera dolosa, por parte del personal ejecutivo, jerárquico a cualquier nivel de la entidad financiera. Es decir el conocimiento de la operativa y controles internos es cabal en este tipo de eventos de riesgo por fraude interno, por ello se requiere efectuar análisis profundos, basados en una metodología que delimite y defina los lineamientos para la incorporación de la realización de auditorías forenses, como parte de los controles internos.



1.1 PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA  

1.1.1 Identificación del Problema


El sistema financiero Boliviano en los últimos años, sean visto eventos de fraude interno de proporciones mayores, razón por la cual se ha demandado la implementación inmediata de controles internos eficientes en todo el sistema financiero, no obstante que las entidades financieras han implementado acciones, que en algunos casos resultan insuficientes, dado que demandan la especialización de métodos de control interno.

En ese entorno también, se advierten cambios importantes, producto de la automatización y modernización de la sociedad actual en que vivimos. Los procesos actuales de modernización, están en gran medida determinados por el conocimiento adquirido por los profesionales en distintas áreas y en nuestro país existe, esa demanda de conocimiento especializado en temas específicos; exigiendo a los profesionales mayor conocimiento, especialidad y habilidades para poder adquirir un empleo con mayor rapidez y con mejor salario y sobre todo afrontar los actuales desafíos en proponer métodos de control interno al interior de las entidades financieras.

Por otra parte, los eventos de riesgo por fraude interno, muestran debilidades en controles financieros, que en algunos casos son propiciados por los mismos funcionarios dentro las instituciones financieras. Es importante también resaltar que en eventos de fraude interno, se demarca la experticia de los mismos funcionarios en efectuar el fraude o ilícito al interior de las instituciones, que en muchos casos las áreas de control interno tradicionales no logran encontrar hallazgos y respaldos, para poder efectuar procesos internos a su personal e identificar, los aspectos relevantes para prevenir eventos futuros, esto solo se podrá lograr efectuando auditorias forenses en las entidades financieras.

Las causas de estos sucesos se deben a varios factores entre ello la corrupción al interior de las organizaciones, Herrera, (2011), nos dice: “La corrupción y sus múltiples manifestaciones, ha dejado de ser un problema nacional para convertirse en un cáncer general, que degrada sistemáticamente las instituciones democráticas, la sociedad, el desarrollo sostenible de los pueblos y los valores esenciales de nuestra civilización” (p. 289), en efecto, en Bolivia en los últimos años la corrupción y las practicas no éticas ha sido un tema de debate, sin embargo, a pesar de todas las medidas y esfuerzos realizados, se demandan resultados que cumplan con el propósito que la sociedad boliviana requiere y otorgue la confianza a las instituciones financieras, clientes, usuarios, estado y socios.

En ese sentido, la corrupción va reuniendo distintas formas como ser: lavado de activos, lavado de dinero, escándalos en empresas públicas o privadas, fraudes corporativos, entre otros, lo cual hace necesario un mayor conocimiento en los profesionales en Contaduría Pública no solo en el tema de Auditoria tradicional como tal, sino en el conocimiento de la Auditoria Forense, para detectar hechos que atenten contra la seguridad razonable en las empresas Privadas como también en  Instituciones Públicas.

Considerando lo anterior, es importante contar como parte de los procesos de control interno tradicionales, auditores especializados en Auditoria Forense, con el objetivo de coadyuvar en el fortalecimiento del control interno en las entidades de intermediación financiera, como también en la profesión del Contador Público, dado que la sociedad demanda el contar con profesionales especializados en el empleo de métodos de auditoría forense para contrarrestar las malas prácticas profesionales o de corrupción en el interior de las entidades de intermediación financiera y devolver la confianza a las instituciones financieras, clientes, usuarios, estado y socios.

1.1.2 Formulación del Problema

Por lo expuesto anteriormente, se plantea la siguiente interrogante, que servirá de guía en el presente trabajo de investigación.

¿La incorporación de métodos especializados de Auditoria Forense permitirá la detección e identificación oportuna de fraudes o ilícitos internos en entidades financieras?

1.2 OBJETIVOS   

1.2.1 Objetivo General


Proponer métodos de auditoria forense para la identificación de fraudes o ilícitos internos en entidades financieras.

 

1.2.2 Objetivos Específicos     

Para el presente trabajo de investigación se tienen los siguientes objetivos específicos:

-         Identificar las principales habilidades y conocimientos necesarios que debe tener el Contador Público en la Auditoria Forense. 
-          Determinar el perfil del auditor forense para ejercer funciones en la institución financiera.
-          Establecer técnicas de identificación de fraudes internos en entidades financieras.
-     Proponer  etapas de planificación en la auditoria forense para la identificación de fraudes internos en entidades financieras.


1.3 JUSTIFICACIÓN

1.3.1 Metodológica 


El desarrollo del presente trabajo investigación será priorizando la aplicación del método de investigación descriptivo que corresponde a la aplicación de conocimientos teóricos generales, relacionados con la Auditoria Forense, para aplicarlos en una realidad específica, como son los eventos de fraude interno más significativos suscitados en el sistema financiero, para fortalecer los controles internos de las instituciones en base a la aplicación de métodos de Auditoria Forense.

1.3.2 Académica  

El presente trabajo de investigación, analiza las alternativas, así como los procedimientos utilizados para el desarrollo de la Auditoria Forense en el ámbito laboral práctico, para proponer soluciones desde el ámbito académico, a raíz de los frecuentes eventos de fraude interno reportados por entidades financieras en medios de comunicación oral y escrita, dado origen a la necesidad de proponer soluciones teórico prácticas, efectivas como es la implementación de métodos de auditoría forense para la identificación de fraudes internos en entidades financieras del país.

 

1.3.3 Práctica 

El propósito del presente trabajo de investigación, tiene como justificación practica aplicar todo el conocimiento adquirido en la formación del Diplomado en Auditoria Forense de la Carrera de Contaduría Pública. Asimismo, la presente investigación, permitirá emplear los procedimientos y herramientas de la Auditoria Forense para una mejora continua de los procesos de control interno en las entidades financieras.

1.3.4 Social  

Para el desarrollo de la presente investigación, desde el punto de vista social, se ve necesidad de mejorar la calidad de formación de los profesionales de la carrera de Contaduría Pública, apoyando en la formación especializada en Auditoria Forense y así poder satisfacer las necesidades de nuestra sociedad, en particular el sector financiero, sacando profesionales idóneos y con una buena formación académica con licenciatura en Contaduría Pública y especialización en Auditoria Forense.  

1.4 ALCANCES DE LA INVESTIGACIÓN

El alcance en el presente trabajo de investigación está definido para el sector de Entidades de Intermediación Financiera Bancarias (EIF), autorizadas por la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI)”,  para la gestiones 2017 y 2018, periodos en los cuales se suscitaron varios eventos de riesgo operativo por fraudes internos en entidades bancarias, como es el caso del Banco Unión S.A., que fue resaltante dado el nivel de impacto en términos de materialidad que sufrió la entidad de intermediación financiera, en el territorio nacional.

Del mismo modo, es importante resaltar que este tipo de fraudes internos se deben en mayor medida a la falta de controles internos y la inexistencia de unidades de auditoría forense, que permitan investigar, analizar y documentar, estos hechos delictivos realizados por personales de las propias entidades financieras.

2. METODOLOGIA

2.1 TIPO DE INVESTIGACIÓN

El análisis de la metodología en esta investigación, tiene un enfoque Cualitativo ya que como menciona Rocha J. (2017), se maneja la recolección de datos para armar preguntas de la investigación para su interpretación.     

Según Rocha J. (2017), “El tipo de investigación Descriptivo mide o evalúa diversos aspectos, dimensiones o componentes del fenómeno o fenómenos a investigar” (p. 90). Por lo cual, el tipo de investigación que se considera adecuado para el presente trabajo de investigación será de forma descriptiva.    

Según Rocha J. (2017), “El Diseño de la investigación se constituye en el  plan y la estructura de la investigación, y se concibe de determinada manera para obtener respuesta a las preguntas de investigación” (p. 256), siendo el Diseño de investigación del presente trabajo no experimental Transversal, tomando en cuenta lo mencionado por Montes (2016), la recolección de datos se realiza en un solo momento del tiempo, cumpliendo con el objetivo general y  los objetivos específicos de la presente Investigación.  

2.2 MÉTODO DE INVESTIGACIÓN   

Según Montes N. (2016), “El método es el camino o sendero a seguir, es la cadena ordenada de pasos y reglas para avanzar de lo conocido a lo desconocido” (p. 24). Asimismo, según Paiva W. (2017), “El Método deductivo es aquel que parte de datos generales aceptados como válidos y que, ´por medio del razonamiento lógico pueden deducirse varias suposiciones” (p. 59). 

Por lo mencionado en el párrafo anterior, para la presente investigación se empleara el método deductivo, para pasar de lo general a lo particular en todo el proceso de investigación.

2.3 TÉCNICAS DE RECOPILACIÓN 

Habiendo definido el enfoque cualitativo, para la recolección de datos lo que se busca esta  investigación obtener información para poder responder a las preguntas de investigación y cumplir los objetivos establecidos.

En la presente investigación la recolección de datos se realiza a través de técnicas que emplea el análisis de la información recolectada, por otra parte la sistematización e interpretación de la información obtenida; por lo cual las técnicas e instrumentos utilizados para la presente investigación son:

Fichaje de Material Documental:
Según Montes N. (2016), “Esta técnica consiste en elaborar fichas en función al criterio y necesidades del investigador para la elaboración del marco teórico conceptual de la investigación” (p. 141), utilizando para el presente trabajo normas legales vigentes y recopilación de datos relacionados al objeto de estudio.

2.4 INSTRUMENTOS Y TÉCNICAS DE ANALISIS

Análisis de Documentos:
Según Rocha J. (2017), “El análisis de documentos o análisis documental es la operación que consiste en seleccionar las ideas informativamente relevantes de un documento” (p. 145). Por lo expuesto anteriormente se analiza el contenido del documento seleccionado que apoye el objeto de investigación. 
           

3. MARCO TEÓRICO

3.1 REFERENCIA TEÓRICA Y CONCEPTUAL

3.1.1 Conceptos

Para comprender la propuesta del presente trabajo de investigación es preciso establecer los siguientes conceptos.

Riesgo:
Es la contingencia, probabilidad o posibilidad de que eventos, anticipados o no, puedan tener un impacto adverso contra ingresos y/o patrimonio de la entidad supervisada (ASFI, 2020).

Eventos de pérdida:
Son aquellos incidentes que generan pérdidas por riesgo operativo a las entidades supervisadas (ASFI, 2020).

Tipo de evento de pérdida por fraude interno:
Corresponde a eventos de pérdida resultantes de actos realizados en forma intencionada para defraudar o apropiarse indebidamente de bienes de la entidad supervisada o incumplir disposiciones legales y reglamentarias, en los que se ve involucrado cuando menos uno de sus funcionarios, en beneficio propio o de un tercero (ASFI, 2020).

Proceso:
Es un conjunto de actividades planificadas y estructuradas que implican la participación de un número de personas y de recursos materiales coordinados para conseguir un objetivo previamente identificado, que permite desarrollar con regularidad las operaciones propias de la entidad supervisada (ASFI 2020).

Auditoría Interna:
Actividad independiente y objetiva de control eficiente, aseguramiento y consulta, concebida para agregar valor y mejorar las operaciones de una entidad supervisada, aportando un enfoque sistemático y disciplinado para evaluar y mejorar la eficacia de los procesos de gestión de riesgos, control y gobierno, contribuyendo así al logro de los objetivos de la entidad supervisada (ASFI, 2020).

Código de ética:
Conjunto de principios y valores generales que rigen las actuaciones y los estándares de comportamiento ético que se espera de todos los integrantes de la entidad supervisada incluyendo el nivel ejecutivo, órganos colegiados y accionistas, socios o asociados (ASFI, 2020).

Riesgo emergente:
Sucesos de gran envergadura con circunstancias que quedan fuera del alcance de la entidad supervisada en cuanto al control y las cuales pueden afectar en su rentabilidad, solvencia y liquidez (ASFI, 2020).

Riesgo inherente:
Riesgo al que se enfrenta una entidad supervisada en ausencia de acciones de la Gerencia General para modificar su probabilidad o impacto (ASFI, 2020).

Riesgo residual: Riesgo que permanece después de que la Gerencia General ha implementado sus respuestas a los riesgos (ASFI, 2020).

Tolerancia al riesgo:
Es la cantidad de riesgo que una entidad supervisada está dispuesta a asumir en su búsqueda de rentabilidad y solvencia. A diferencia del apetito al riesgo, la tolerancia es una medida más concreta de la variación en los niveles de exposición al riesgo (ASFI, 2020).

3.2 ANÁLISIS DESCRIPTIVO O NARRATIVO

3.2.1 Auditoria Forense

Una primera definición, sencilla y general, es aquella que considera a la auditoría forense como el proceso de recolectar, analizar y divulgar evidencias con las técnicas de la auditoría para la investigación de ciertos delitos “financieros” o denominados de “cuello blanco” (Baracaldo, N. y Daza, L. 2020, pág.1)

Según la PhD. Muna, Buchain Abulhosn, la auditoria forense, es un enfoque técnico que trata las revisiones de un modo distinto a las tradicionales de modo que cuando se percibe o se infiere un acto de conducta delictiva se hace una revisión más ampliada con otro tipo proceso que incluyen técnicas de investigación documental.

Asimismo, podemos también decir que la “contabilidad forense” se encarga de detectar indicios y desenterrar evidencias de fraudes corporativos o actos de corrupción en entes privados o públicos, al revisar los libros contables, los balances y las facturas de una compañía (Saccani, 2010).

Según Jaime. E. (2014),  podemos definir que la Auditoria Forense es la práctica de utilizar contabilidad, auditoría y habilidades investigadoras para asistir a asuntos legales, es decir apoya en litigios, investigaciones y resolución de conflictos. La ayuda en litigio se representa en la presentación de hechos económicos sobre el pleito existente o pendiente.

Como parte de sus responsabilidades están las de cuantificar daños sostenidos por las partes en conflictos legales y asiste en la resolución de estos, pudiendo recomendar las acciones que se pueden tomar para reducir al mínimo el futuro de riesgo de pérdida.

En términos de las ciencias económicas y empresariales, la auditoria forense es una ciencia que permite reunir y presentar información financiera, contable, legal, administrativa e impositiva, en una forma que debe ser aceptada por una corte de jurisprudencia contra los perpetradores de un crimen económico, por lo tanto, existe la necesidad de preparar profesionales con visión integral, que faciliten evidenciar especialmente, delitos como: la corrupción administrativa, el fraude contable, el delito en los seguros, el lavado de dinero y el terrorismo, entre otros, Calderón, J. (2017, pág.1).

3.2.2 Auditoria del Fraude

Según Jaime. E. (2014), señala que existen diversas maneras de abordar lo relacionado con el fraude, es decir entender el origen del mismo, esto permitirá un mejor entendimiento respecto a los métodos para evitarlo o detenerlo antes que ocurra en las instituciones financieras. Por ello, es necesario crear controles no solo de alerta sino en todos los niveles de la organización.

Según Jaime. E. (2014), establece en su estudio que los sicólogos expertos en fraude explican las razones para cometerlo en términos de lo que denominan el “triángulo del fraude”: oportunidad, presión y racionalización.

Es decir la oportunidad de fraude, surge cuando los controles en las instituciones financieras son débiles y/o cuando los individuos se encuentran en una posición de confianza, que puede ser por la antigüedad en la institución.

El segundo factor de presiones sobre quienes cometen fraude, se originan a menudo por razones de tipo financiero, siendo los objetivos corporativos irreales los que más pueden influir en que los empleados cometan fraude con el fin de cumplir esos objetivos, que en banca se han evidenciado eventos por factores de presión comercial de las mismas instituciones financieras.

Finalmente, la racionalización a menudo incluye creencias o justificantes como que “la actividad no es criminal”, “sus acciones son justificadas”, “se trata de un simple préstamo de dinero”, “estamos asegurando que se cumplan las metas de la empresa”, y, sobre todo, “todo el mundo lo está haciendo.”, estos aspectos buscan justificar su accionar ilícito dentro la institución financiera. (Jaime. E. 2014, Pag.32)

3.2.3 Perfil de Auditor Forense


En la actualidad, la investigación del fraude en los libros de cuentas y en las transacciones comerciales requiere las habilidades combinadas de un auditor bien entrenado y de un investigador criminal. De alguna manera, ello implica que el auditor de fraude emita los estándares (señale el tono desde lo alto y haga los acuerdos necesarios para ello) y conozca a fondo las posibilidades del fraude (una base profunda de conocimiento y experiencia), como condición para avanzar en su trabajo profesional.

Como no existe una profesión específica para este campo, las alternativas son familiarizar a un auditor con las reglas, principios, técnicas, y métodos de la investigación criminal, o proveer a los investigadores del crimen con algún conocimiento de contabilidad y con las reglas, principios, técnicas, y métodos de la auditoría.

En la medida que el mundo se globaliza, el fraude y la corrupción crecen más. Se hacen necesarios, por lo tanto, más auditores de fraude y mejores técnicas para su detección y reducción. Sin embargo, ello no quiere decir que la oferta profesional sea satisfactoria:

Relativamente, pocos contadores públicos y pocos auditores internos están entrenados y experimentados específicamente en esta disciplina. En los Estados Unidos, el cuerpo profesional más grande de auditores de fraude entrenados y experimentados proviene de la auditoría gubernamental y de las agencias de investigación tales como IRS, FBI, GAO, y la SEC. Las autoridades de policía a niveles estatal y local tienen a su disposición pocos recursos de auditoría; en consecuencia, es limitada su habilidad para investigar ciertos crímenes de cuello blanco. Existe una necesidad de auditar el fraude tanto en el sector público como privado de la economía. (Jaime. E. 2014, Pag.33)

3.2.4 Metodología de la Auditoria Forense

La auditoría forense se encarga, fundamentalmente, de documentar o detectar fraudes o posibles delitos “financieros” o “de cuello blanco”. En ese entendido, la documentación del fraude o delito se debe considerar que lo más importante es conocer el detalle de los hechos, personas involucradas, fechas, transacciones, modalidad, instrumentos financieros, modo de descubrimiento y demás aspectos pertinentes.

Asimismo, cuando se trata de detectar el fraude o posible delito lo principal es establecer una hipótesis clara del caso para realizar una planeación adecuada, que permita establecer un alcance, fuentes de información, posibles testimonios y documentos requeridos (Baracaldo, N. y Daza, L. 2020).

Para ello es necesario seguir un proceso de etapas, que permitan establecer un equipo de trabajo multidisciplinar con un líder o supervisor, planear, definir un alcance, hacer un análisis preliminar, seleccionar las fuentes de información, analizar, elaborar un informe, hacer recomendaciones y cerrar el proceso (Baracaldo, N. y Daza, L. 2020).

3.2.5 Etapas de la Auditoria Forense

Según Baracaldo, N. y Daza, L. (2020), las fases para iniciar una Auditoria Forense, son las siguientes: análisis preliminar, recolección de evidencias, análisis de la información, elaboración del informe, remediación y cierre, teniendo presente los aspectos de planificación y resguardo de la documentación de evidencia al momento de iniciar con la auditoria forense (Baracaldo, N. y Daza, L. 2020).
Esquema No.1: Etapas de la Auditoria Forense
Fuente: Baracaldo, N. y Daza, L. 2020

Fase 1: Análisis Preliminar
Se analiza la documentación inicial relevante conocida por el equipo de investigación para determinar con precisión los procedimientos adecuados de recolección. Asimismo, los aspectos que se deben considerar en esta fase son evaluar la conveniencia, pertinencia y utilidad de cada documento (físico o electrónico) o testimonio para los fines de la auditoría forense. Para ello es importante evaluar y determinar la selección de personas, documentos, procesos, áreas y fuentes de información a ser consultadas, recolectadas y analizadas. (Baracaldo, N. y Daza, L. 2020).

Fase 2: Recolección de Evidencias
En esta fase se desarrollan varias actividades que generalmente se realizan en forma simultánea. Se aplican procedimientos que permitan la realización de entrevistas, la obtención de evidencia digital, la realización de consultas de información pública o restringida y la recolección y aseguramiento de evidencias (documentales y testimoniales) (Baracaldo, N. y Daza, L. 2020).
En la toma de entrevistas forenses busca obtener de empleados o personas algún conocimiento directo o indirecto sobre los hechos u operaciones investigadas. Esta labor debe realizarse por profesionales expertos o auditores forenses que cuenten con las habilidades y experiencia necesaria para obtener lo mejor del entrevistado (Baracaldo, N. y Daza, L. 2020).
En la obtención y revisión de la evidencia digital requiere de conocimientos y software especializados. La revisión de la información digital es la más importante, aunque puede ser la que más tiempo requiera, para determinar los escenarios, flujos de información, relaciones, patrones, accesos, consultas, tiempos y demás, que pueden orientar la identificación de hallazgos relevantes. El principal objetivo en esta fase es asegurar la custodia de la información obtenida o recuperada, con procedimientos que mantengan la confidencialidad -técnicas de cifrado- y la integridad -técnicas de “hashing”- de todos los datos (Baracaldo, N. y Daza, L. 2020).

Para preservar la evidencia digital se deben consultar datos, documentos y correos electrónicos que pueden encontrarse en discos duros de computadoras, servidores, medios de almacenamiento históricos (backup), medios de almacenamiento portátil (usb y otros dispositivos) y/o discos virtuales (cloud computing). En esta fase se debe considerar los procedimientos necesarios para preservar la información hallada y aquella que hubiera podido ser borrada; procedimientos para obtener copia de los correos del servidor corporativo y recuperación de datos de las copias de backups periódicos, según el alcance; procedimientos para obtener copias de los archivos almacenados en carpetas compartidas o personales, así como de correos electrónicos; procedimientos para recuperar información que hubiera sido borrada de las diferentes fuentes; y por último, cruzar la información recuperada, datos, archivos y correos electrónicos con algunas palabras clave definidas por el equipo forense y relacionadas con los hechos investigados (Baracaldo, N. y Daza, L. 2020).

Finalmente, las consultas de información en fuentes públicas o restringidas deben ser definidas por el equipo forense para verificar o confirmar algunos aspectos relevantes de la auditoría. El propósito de esta fase es revisar algunos antecedentes personales, patrimoniales o comerciales y confirmar algunas de las hipótesis sobre los hechos investigados. También permite descubrir cualquier potencial conflicto de interés con la empresa o funcionarios, determinar bienes o características financieras relevantes (endeudamiento, inversiones, etc.), identificar vínculos personales o familiares desconocidos y verificar su situación patrimonial, judicial o su reputación comercial. (Baracaldo, N. y Daza, L. 2020).

Fase 3: Análisis de Información
Consiste en la revisión de los documentos físicos y digitales para identificar las posibles evidencias que confirman o desvirtúan las hipótesis del posible fraude o delitos, para posteriormente efectuar la revisión forense del sistema contable de la empresa o de la información financiera de las personas involucradas, con el fin de identificar los registros y documentos potencialmente vinculados con las hipótesis de la investigación del fraude o delitos. Es conveniente que este procedimiento de revisión documental se pueda complementar con entrevistas a las personas y funcionarios que sean pertinentes (Baracaldo, N. y Daza, L. 2020).

El procedimiento más relevante para las hipótesis de fraude o delitos financieros es el análisis financiero forense centrado en la contabilidad forense, los registros financieros, la documentación bancaria, los extractos y documentos financieros de pago, el origen y recepción de fondos, las transferencias y uso de fondos, el manejo del dinero en efectivo, las variaciones patrimoniales, el análisis de regalos, donaciones o herencias y la determinación de patrimonio o fondos de origen desconocido.

Esta actividad simultánea que se puede realizar es el análisis proactivo de los datos a través de la tecnología forense. Posteriormente se debe verificar la integridad de los datos y normalizar su estructura, se deben ejecutar una serie de pruebas (comúnmente llamadas rutinas) a los registros y archivos maestros de clientes, proveedores, empleados, compras, ventas u otra información relevante, según las hipótesis de la investigación. El propósito de este análisis tecnológico forense es identificar inconsistencias, observaciones en los datos o señales de alerta que posteriormente deben ser analizados con mayor profundidad (Baracaldo, N. y Daza, L. 2020).

Los dos tipos de análisis forense proactivo de datos más comunes son: el de registros manuales y el de archivos maestros. El análisis de registros manuales se realiza para detectar anomalías, patrones y tendencias que confirmen las hipótesis del fraude o delitos financieros, tales como combinación de registros contables inusuales, registros en un periodo que son revertidos en otro subsiguiente, registros inusuales en periodos cercanos al cierre o posteriores al mismo, registros inusuales en provisiones o cuentas similares, registros en horarios o días inusuales y registros efectuados por usuarios inusuales. El análisis de archivos maestros consiste en cotejar los datos de los proveedores, clientes, empleados, compras, ventas u otros relevantes con otras fuentes o bases de datos (internas o externas), con el fin de identificar anomalías o registros inusuales, tales como posibles irregularidades tributarias, actividad transaccional inusual, relaciones desconocidas entre contrapartes, registros incompletos o inválidos en datos clave (monetarios) y registros duplicados. (Baracaldo, N. y Daza, L. 2020).

Fase 4: Elaboración del Informe
El avance y resultado final de la auditoría forense se debe plasmar en informes periódicos y en un informe final. El primero, hace referencia a que se deben considerar en la planeación y deben hacer constar sobre el avance, en cada periodo, de la obtención y análisis de información, así como de los hallazgos que confirman o desvirtúan las hipótesis del fraude o delitos financieros. Estos informes resultan muy importantes para ajustar los procedimientos y reorientarlos en la medida de las necesidades o hallazgos de la investigación. Asimismo, para el informe final de la auditoría forense se debe proporcionar elementos de juicio e información para la toma de decisiones administrativas o sobre el inicio de un proceso judicial y señala transacciones, bienes (activos), hechos, personas o entidades involucradas en posibles fraudes o delitos financieros. Por lo tanto, el informe de auditoría forense sólo tiene el propósito de informar el resultado de unos procedimientos realizados para confirmar o desvirtuar una hipótesis de fraude financiero. De la misma manera, el informe final debe ser no solo correcto en lo técnico (claro, sencillo, verificable, exacto, objetivo, oportuno y preciso), sino en su lectura y presentación debe ser armónica, agradable y estética. Aunque el contenido y hallazgos financieros relevantes deben estar documentados, el lenguaje del informe final debe ser sencillo, claro y fácil de entender (Baracaldo, N. y Daza, L. 2020).

Los informes técnicos deben tener una estructura interna y externa (orden, lenguaje, temas, subtemas, oraciones completas y coherentes, relaciones lógicas), así como una coherencia y cohesión en sus capítulos o apartes.

En conclusión el informe de auditoría forense debe ser objetivo y basado en hechos y debería contener, por lo menos, las siguientes partes: objetivo y alcance, resumen ejecutivo de hallazgos, glosario, cuerpo del informe, conclusiones, recomendaciones, anexo (evidencias) y referencias y bibliografía. (Baracaldo, N. y Daza, L. 2020).

Fase 5: Remediación
En base a las vulnerabilidades identificadas durante el desarrollo de la auditoría forense, se debe proponer un plan de acción para implementar o reforzar los controles de la empresa o ajustar los procesos o procedimientos que lo requieran, generalmente, este plan de acción se incluye como sugerencias en el informe final (Baracaldo, N. y Daza, L. 2020).

Fase 6: Cierre
Una vez finalizado y alcanzado los objetivos y los hallazgos de la auditoría forense permiten confirmar las hipótesis sobre los hechos, relaciones, transacciones, personas involucradas o bienes asociados a un fraude o delitos financieros, se debe cerrar formalmente la investigación. Las decisiones administrativas o judiciales que se puedan tomar a partir del informe final con el que se da por terminada la auditoría forense podrían ampliar el alcance o las actividades a seguir (Baracaldo, N. y Daza, L. 2020).

De la misma manera, hay situaciones en las que la búsqueda y análisis de la información no permite llegar a conclusiones específicas sobre la comisión del fraude o posibles delitos. En estos casos, es preciso que el supervisor de alto nivel evalúe si vale la pena seguir adelante o, por el contrario, tomar la decisión de cerrar la auditoría forense. En la práctica, esta situación ocurre cuando se siguen los procedimientos planeados pero la información no es relevante, al contrario, se torna superficial y sin un valor agregado frente a la expectativa de alguna irregularidad. (Baracaldo, N. y Daza, L. 2020).

El esquema sugerido para emitir el informe de auditoría forense es propuesto por Bowden, John. Escribiendo Informes. 2008.



Cuadro No.1: Contenido de Informe
Fuente: Bowden, John. Escribiendo Informes. 2008.

3.2.6 Directrices Básicas para la Gestión del Riesgo Operativo en Entidades Financieras


De acuerdo a lo establecido en el Libro 5, de la RNSF (ASFI), se establece que las normas básicas para la gestión de riesgo operativo, entendiendo como riesgo operativo "Es la posibilidad o probabilidad de que una entidad supervisada incurra en pérdidas por fraude interno o externo, fallas en las personas, procesos y sistemas, eventos internos de orden estratégico y operativo y otros eventos externos", incluyendo riesgo legal y tecnológico (ASFI, 2020).

Asimismo, los factores de riesgo según Basilea son: Personas, Procesos, Fraude Interno, Fraude Externo y Sistemas, para ello las entidades financieras mínimamente deben cumplir.

3.2.7 Lineamientos para la Gestión del Riesgo Operativo

Las instituciones financieras, según el Libro 5, de la Recopilación de Normas de Servicios Financieros (RNSF), de la Autoridad de Supervisión de Sistemas Financieros (ASFI), establece que las entidades financieras deben con una estructura formal para la gestión de riesgo operativo, procedimientos, políticas y manuales de funciones y responsabilidades.

a)      Implementación de la gestión del riesgo operativo

a.  Procesos formales para poder: identificar, medir, monitorear, controlar, mitigar y divulgar las exposiciones de riesgo que se está asumiendo.
b.      Definición de política de riesgo operativo.

b)      Factores de Riesgo Operativo: personas, procesos, fraude interno, fraude externo y sistemas.

3.2.8 Factores de riesgo operativo

Según el Libro 5, de la RNSF (ASFI, 2020), se establece las entidades financieras, deben considerar las siguientes fuentes de riesgo operativo, sobre las cuales debe:

        i.    Procesos: Diseño inapropiado de los procesos o políticas y procedimientos inadecuados o inexistentes, que puedan derivar en la ejecución deficiente de las operaciones y servicios o la suspensión de los mismos.

      ii.        Personal: Ambiente laboral desfavorable, la falta de especificaciones claras en los términos de contratación del personal, inadecuada capacitación de funcionarios o actitudes y comportamientos inapropiados de éstos (negligencia, sabotaje, fraude, robo, paralizaciones, apropiación de información sensible, entre otros), (ASFI 2020).

      iii.    Sistemas: Fallas en la seguridad y continuidad operativa de los sistemas informáticos, los errores en el desarrollo e implementación de dichos sistemas, compatibilidad e integración de los mismos, los problemas de calidad de la información, la inadecuada inversión en tecnología y las fallas en la adecuación a los objetivos del negocio. A tal efecto la entidad supervisada debe considerar en lo correspondiente las disposiciones establecidas en el Reglamento para la Gestión de Seguridad de la Información contenidas en la Recopilación de Normas para Servicios Financieros.


       iv.     Eventos externos: Ajenos al control de la entidad supervisada, que puedan alterar el desarrollo de sus actividades (fallas en los servicios públicos, ocurrencia de desastres naturales, atentados y actos delictivos, entre otros factores), (ASFI 2020).

      v.            Activos: Administrar los elementos de apoyo para el funcionamiento de una organización diferente a aquellos de carácter tecnológico, que entre otros pueden incluir edificios, espacios de trabajo, almacenamiento y transporte (RNSF, ASFI 2020).

3.2.9 Identificación de presuntos hechos delictivos


Según el Libro 5, de la RNSF (ASFI, 2020), en el marco de lo dispuesto en el parágrafo II del Artículo 490 de la Ley N° 393 de Servicios Financieros, establece los siguientes criterios, para la identificación de presuntos hechos delictivos:

a)      Toda probable conducta antijurídica cometida por miembros del Directorio u Órgano equivalente, de los Órganos internos de control o funcionarios de la entidad supervisada, que se encuentre tipificada como delito en la ley penal, que afecte los intereses de la entidad financiera o consumidor financiero.

b)      Toda probable conducta antijurídica cometida por terceros en puntos de atención financiera o en instalaciones de la entidad supervisada.

c)      Ocurrencia de eventos de riesgo operativo que involucren la presunta comisión de un hecho delictivo, en el marco de los procedimientos específicos definidos por la entidad supervisada.
  

Según el Libro 5, de la RNSF (ASFI, 2020), se establece que las entidades financieras a efectos de establecer el origen de la pérdida generada por eventos de riesgo operativo debe agrupar los mismos de acuerdo a los siguientes tipos:

Esquema No.2: Eventos de pérdida
Fuente: Elaboración propia, a partir de información ASFI, 2020.

El historial de eventos de pérdidas por riesgo operativo debe estar debidamente documentado, por la entidad supervisada.

3.2.11 Control Interno y el rol de la Auditoría Interna en Riesgos Operativos

Según el Libro 5, de la RNSF (ASFI, 2020), en su Artículo Único - (Control Interno), establece que la Unidad de Auditoría Interna es un elemento clave en la gestión del riesgo operativo, debiendo, mínimamente, cumplir con las siguientes funciones:

Debe verificar  que, las áreas comerciales, operativas y financieras como la Unidad de Gestión de Riesgos, hayan ejecutado correctamente las estrategias, políticas y procedimientos aprobados por el Directorio u Órgano equivalente, para la gestión del riesgo operativo, en las entidades financieras (ASFI, 2020).

Debe verificar que, el personal involucrado en la administración del riesgo operativo entienda completamente las políticas y que tenga la experiencia requerida para tomar decisiones efectivas y consistentes con dichas políticas (ASFI, 2020).

Debe verificar, el correcto registro de la información utilizada para monitorear y controlar este riesgo, así como el registro de la base de datos de eventos de riesgo operativo (ASFI, 2020).
Debe realizar revisiones periódicas del cumplimiento de las obligaciones y responsabilidades encomendadas a la Unidad de Gestión de Riesgos (ASFI, 2020).

Debe emitir Informes, al Directorio u Órgano equivalente de la EIF, a través de su Comité de Auditoría o Consejo de Vigilancia según corresponda, acerca de los resultados obtenidos y las recomendaciones sugeridas, derivadas de sus revisiones (ASFI, 2020).

Debe efectuar seguimiento, a las observaciones y/o recomendaciones emitidas a las diferentes áreas y comunicar los resultados obtenidos al Directorio u Órgano equivalente, a través de su Comité de Auditoría o Consejo de Vigilancia según corresponda (ASFI, 2020).

3.2.12 Reglamento de Control Interno y Auditores Internos


Según el Libro 9, de la RNSF (ASFI, 2020), se establece las siguientes directrices básicas en cuanto a los aspectos técnicos y metodológicos, para el adecuado funcionamiento del Sistema de Control Interno, así como regular el ámbito de acción de las Unidades de Auditoría Interna, entre los aspectos más relevantes para el presente trabajo de investigación tenemos los siguientes, (ASFI, 2020).

3.2.13 Sistema de Control Interno

La Recopilación de Normas de Servicios Financieros emitida por la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI), establece como Sistema de Control Interno, al conjunto de políticas y procedimientos establecidos por la entidad supervisada para proveer una seguridad razonable en el logro de los objetivos operativos, de información y de cumplimiento.

Los objetivos a los cuales hace referencia la norma son los siguientes:

a. Objetivos operativos: Hacen referencia a la efectividad y eficiencia de las operaciones de la entidad, incluidos sus objetivos de rendimiento financiero y operacional, así como la protección de sus activos frente a posibles pérdidas (ASFI, 2020).

b. Objetivos de información: Hacen referencia a la información financiera y no financiera interna y externa y deben abarcar aspectos de confiabilidad, oportunidad, transparencia, u otros conceptos establecidos por organismos reconocidos o políticas de la propia entidad (ASFI, 2020).

c. Objetivos de cumplimiento: Hacen referencia al cumplimiento de las leyes y regulaciones a las que está sujeta la entidad (ASFI, 2020).

3.2.14 Componentes del Sistema de Control Interno

Según el Libro 3, Titulo 9, de la RNSF emitida por ASFI, el Sistema de Control Interno de la entidad supervisada debe contemplar, como mínimo, los siguientes cinco (5) componentes interrelacionados:



Esquema No.3: Componentes el sistema de control interno
Fuente: Elaboración propia a partir de información ASFI, 2020.

Todos los componentes, se consideran esenciales para el adecuado funcionamiento del Sistema de Control Interno, debiendo los mismos estar en operación en todo momento.

a) Ambiente Interno
Según la RNSF, en el Libro 3, Titulo 9, el Ambiente Interno considera el carácter y la actitud del Directorio u Órgano Equivalente y la Alta Gerencia sobre el control y la gestión de los riesgos, la integridad y valores éticos, la forma en que la Gerencia General asume autoridad y responsabilidad, así como la supervisión ejercida por el Directorio u Órgano equivalente que estimulan y promueven la conciencia y el compromiso del personal con la entidad supervisada (ASFI, 2020).

Para el efecto, la entidad supervisada debe mantener políticas y procedimientos actualizados que reflejen, mínimamente, de manera clara:

a. La actitud del Directorio u Órgano equivalente para la gestión de riesgos de la entidad;
b. Los principios y valores contenidos en el Código de Ética, así como las acciones correctivas a ser asumidas en caso de identificar incumplimientos al mismo;
c. La visión del Directorio u Órgano equivalente;
d. La estructura organizativa;
e. La asignación de autoridad y responsabilidades;
f. La segregación de funciones;
g. La gestión de recursos humanos, que considere la guía y el entrenamiento necesarios para atraer, desarrollar y retener personal suficiente y competente para alcanzar los objetivos.

b) Evaluación de Riesgos
Según la RNSF, en el Libro 3, Titulo 9, señala que es la que permite a una entidad supervisada considerar la amplitud con que los eventos potenciales impactan en la consecución de objetivos. El Directorio u Órgano equivalente debe evaluar estos acontecimientos desde una doble perspectiva (probabilidad e impacto), un doble enfoque (riesgo inherente y riesgo residual) y usar una combinación de métodos cualitativos y cuantitativos. Los impactos positivos y negativos de los eventos potenciales deben examinarse, individualmente o por categoría, en toda la entidad supervisada.

Como parte de este componente la entidad supervisada debe considerar los siguientes aspectos:

a. El Directorio u Órgano equivalente debe fijar y aprobar los objetivos estratégicos, así como los objetivos operativos, de información y de cumplimiento, con el propósito de identificar los eventos, evaluar los riesgos y responder a los mismos. Estos objetivos deben estar alineados a la visión, misión y apetito al riesgo de la entidad supervisada, ser medibles, contar con indicadores de su cumplimiento, además de ser específicos y estar plasmados en el Plan Estratégico de la entidad supervisada.

b. El Directorio u Órgano equivalente debe identificar, conocer y comprender los eventos potenciales tanto internos como externos que de ocurrir afectarán a la consecución de los objetivos, así como determinar si representan oportunidades o si pueden afectar negativamente al logro de los mismos.

Los eventos con impacto negativo que representan riesgos, deben ser evaluados y atendidos por el Directorio u Órgano equivalente de la entidad supervisada. Los eventos con impacto positivo representan oportunidades que el Directorio u Órgano equivalente deben reconducir hacia la estrategia y al proceso de fijación de objetivos.

Para la identificación de eventos, la entidad supervisada debe utilizar técnicas o métodos debidamente formalizados, tales como:

i. Los inventarios e indicadores de eventos;
ii. Los talleres de trabajo, de los cuales debe existir constancia de su realización;
iii. Las entrevistas;
iv. Los cuestionarios y encuestas;
v. El análisis de flujo de procesos;
vi. El seguimiento de datos de eventos que generan pérdidas.
c. El Directorio u Órgano equivalente de la entidad supervisada debe determinar cómo responder a los riesgos relevantes o significativos una vez evaluados los mismos. Las respuestas pueden ser:
i. Evitar el riesgo: tomar acciones a efectos de discontinuar las actividades que generan riesgo;
ii. Reducir el riesgo: tomar acciones a efectos de reducir o minimizar el impacto, la probabilidad de ocurrencia del riesgo o ambos.
iii. Compartir el riesgo: tomar acciones a efectos de reducir el impacto o la probabilidad de ocurrencia al transferir o compartir una porción del riesgo.
iv. Aceptar el riesgo: no tomar acciones que afecten el impacto y probabilidad de ocurrencia del riesgo.

Al considerar su respuesta, el Directorio u Órgano equivalente debe evaluar su efecto sobre la probabilidad e impacto del riesgo, así como los costos y beneficios y seleccionar aquella que sitúe el riesgo residual dentro de las tolerancias al riesgo establecidas por éste, priorizando los riesgos con mayor impacto en los objetivos de la entidad, además de factores como el grado de adaptabilidad de la entidad, la complejidad de los riesgos, la velocidad a la que se materializan los riesgos, la duración de los riesgos y la capacidad de la entidad para retornar un riesgo a un nivel tolerable.
d. El Directorio u Órgano Equivalente y la Alta Gerencia deben identificar y evaluar los cambios que podrían afectar significativamente al sistema de control interno, entre éstos los cambios debidos a factores externos (el marco regulatorio, el entorno económico, el mercado, entre otros), así como los cambios en el modelo de negocios y la Alta Gerencia de la entidad.

c) Actividades de Control
Las Actividades de Control son las políticas y procedimientos aprobados por el Directorio u Órgano equivalente para asegurar que se llevan a cabo las respuestas a los riesgos a los cuales se encuentra expuesta la entidad supervisada. Las Actividades de Control, tales como aprobaciones, autorizaciones, verificaciones, conciliaciones, revisiones del funcionamiento operativo, seguridad de los activos y segregación de funciones u otros, deben tener lugar a través de toda la organización, en todos los niveles y en todas las funciones.

Las Actividades de Control apoyarán en las respuestas a los riesgos a los que se encuentra expuesta una entidad supervisada, de modo que estas actividades puedan constituirse en una respuesta oportuna para los diferentes riesgos a los cuales está expuesta una entidad. Asimismo, éstas deben ser parte integral de sus operaciones diarias y ser desarrolladas en el marco de una estructura de control que sea apropiada al tamaño, la naturaleza, complejidad de las operaciones y el nivel de riesgo definido como tolerable. Dichas actividades se establecerán en tres (3) niveles:

a. Revisiones del Directorio u Órgano equivalente y Comité de Auditoría o Consejo de Vigilancia. Comprende la revisión y análisis de informes planteados por la Alta Gerencia o Auditoría Interna al Directorio u Órgano equivalente y el Comité de Auditoría o Consejo de Vigilancia, según corresponda, que permita analizar los avances en el logro de los objetivos contenidos en el Plan Estratégico y las medidas propuestas para su cumplimiento.

b. Controles Gerenciales. Consiste en la revisión y seguimiento que efectúa la Alta Gerencia a los informes y actividades que realizan las instancias operativas. Estos informes deben ser precisos y medibles, permitiendo la toma de decisiones.
c. Control de Operaciones. Comprende la implementación de:
1. Controles físicos. Medidas de seguridad que restringen el acceso físico a los activos de la entidad supervisada, tales como cajas, valores y otros activos financieros. Las actividades de control incluyen entre otros a las limitaciones físicas, custodia doble, arqueos e inventarios periódicos.

2. Controles de accesos lógicos. Medidas de seguridad que registren el acceso lógico a los activos y sistemas de información de la entidad supervisada. Las actividades incluyen entre otros perfiles de seguridad, monitoreo de pistas de auditoría, políticas de seguridad en el acceso, control cruzado, autenticación robusta o de doble factor, en el marco de lo dispuesto en el Reglamento para la Gestión de Seguridad de la Información, contenido en la Recopilación de Normas para Servicios Financieros.

3. Controles cruzados. Actividades o funciones que deben ser verificadas por al menos dos (2) funcionarios responsables de la entidad supervisada, así como el doble control de activos y firmas dobles.

4. Verificaciones y conciliaciones. Verificación de los detalles de transacciones, de las actividades y las conciliaciones periódicas de los movimientos de efectivo con los registros contables y estados de cuenta que sirven para identificar actividades y registros que necesitan corregirse. Los resultados de estas verificaciones deben ser reportados a los niveles gerenciales apropiados.

5. Segregación de funciones. Separación de responsabilidades de la diversidad de actividades que intervienen en la consecución de objetivos específicos, con el fin de reducir el riesgo de manipulación de datos financieros y/o malversación de activos.


La entidad supervisada debe segregar mínimamente las siguientes funciones:

i. Atención al público y registro contable;
ii. Custodia de activos y registro contable;
iii. Autorización de operaciones y custodia de activos relacionados;
iv. Aprobación de los desembolsos y realización de los mismos;
v. Evaluar las solicitudes de crédito y realizar el seguimiento del préstamo después de otorgado el mismo, excepto en la aplicación de tecnologías crediticias microfinancieras y de consumo, debiendo ser mitigados por otros mecanismos de control;
vi. En el Departamento o Área de Sistemas, se deben mantener separadas las funciones de: Desarrollo, Pruebas y Producción, Seguridad Informática y Operaciones;
vii. Cualquier otra función donde surjan conflictos de interés que no sean mitigados por otros mecanismos de control.

6. Aprobaciones. Operaciones que deben ser verificadas y aprobadas conforme a los procedimientos establecidos por la entidad supervisada, asegurando que el nivel apropiado se encuentra informado de la transacción o situación.

7. Control de personal. Medidas de control respecto al personal de la entidad supervisada, que contemplen mínimamente lo siguiente:
i. El cumplimiento de los requisitos y competencias necesarias para desempeñar cada uno de los cargos;
ii. Las evaluaciones al personal de la entidad, así como las evaluaciones a los proveedores de servicios tercerizados y las acciones a seguir en caso de identificar deficiencias. Dichas evaluaciones deben considerar los niveles de competencia esperados, el apego al Código de Conducta y a otros estándares apropiados de comportamiento, además de proporcionar premios o ejercer acciones disciplinarias cuando es apropiado;
iii. Capacitación efectiva, conforme a las determinadas en el Manual de organización y funciones de la entidad supervisada, antes de asignarles tareas o posiciones de mayor responsabilidad.

d) Información y Comunicación
El Directorio u Órgano equivalente debe implementar sistemas de información y comunicación que cubran todas las actividades de la misma y permitan a las personas de la entidad llevar a cabo sus funciones y responsabilidades.

a. Información. La entidad supervisada debe contar con sistemas de información  que capturen datos generados de forma interna y externas (entradas), donde la información que emiten (salidas) debe ser accesible, correcta, actualizada, protegida, disponible, suficiente, oportuna, valida, verificable y presentada en un formato lógico que facilite la gestión de riesgos y la toma de decisiones.

La información debe servir a la entidad supervisada en todos sus niveles para identificar, evaluar y responder a los riesgos y dirigirla al logro de los objetivos.

b. Comunicación. La entidad supervisada debe contar con canales de comunicación eficaces que fluyan en todas direcciones dentro de la organización tanto hacia los niveles superiores e inferiores, como transversalmente a las otras áreas de la entidad involucradas, dichos canales deben permitir que todo el personal entienda y lleve a cabo sus responsabilidades del control interno.

Por otra parte, debe contar con canales de comunicación alternativos que permitan denunciar irregularidades, de forma anónima o confidencial, cuando los canales habituales de comunicación sean insuficientes. La selección de estos canales de comunicación debe considerar la oportunidad, audiencia, la naturaleza de la información, requerimientos legales y regulatorios.

Asimismo, debe contar con canales de comunicación pertinentes y oportunos con las partes externas a la entidad supervisada, como ser: acreedores, consumidores financieros, ASFI, accionistas, socios o asociados, usuarios internos y externos y otros, que consideren lo señalado en el presente artículo.

Los sistemas de información y comunicación que guarden y utilicen datos en forma electrónica, deben dejar pistas de auditoría que permitan el seguimiento de las actividades, ser seguros, probados por personas independientes y mantener planes de contingencia, en concordancia con las disposiciones contenidas en el Reglamento para la Gestión de Seguridad de la Información, contenido en el Capítulo II, Título VII, Libro 3° de la Recopilación de Normas para Servicios Financieros (RNSF), (ASFI, 2020).

e) Actividades de Monitoreo
El Directorio u Órgano equivalente debe garantizar que se lleven a cabo Actividades de Monitoreo, determinando si los componentes del control interno están presentes y funcionando de manera permanente. Para este propósito todas las áreas de la entidad, la Unidad de Auditoría Interna y Auditoría Externa deben considerar los siguientes aspectos:

a. Conocer el estado del sistema de control interno en un momento determinado del tiempo, como punto de referencia para las siguientes evaluaciones.

b. Realizar evaluaciones continuas o independientes, de acuerdo a la rapidez con la que cambia el sistema financiero y los procesos de la entidad, siendo mandatorio que el personal que efectúe las evaluaciones cuente con suficiente conocimiento para entender el sistema de control interno de la entidad.

c. Evaluar y comunicar las deficiencias en forma ascendente, trasladando los temas más importantes a la Alta Gerencia o al Directorio u Órgano equivalente, para la toma de acciones correctivas.

Las diferentes Actividades de Monitoreo pueden contemplar la revisión de informes de liquidez, cartera de créditos, de riesgos operativos, de planificación y control, así como el monitoreo de los riesgos.

4. MARCO PRÁCTICO

4.1 ANALISIS EMPIRICO EVENTOS FRAUDE INTERNO 


La pregunta nos realizamos una vez analizado el marco teórico referencial, debemos respondernos porque se producen los fraudes internos. En ese sentido podemos argumentar que una de las razones según el Sociólogo Estadounidense Sutherlamnd, propone una teoría de asociación diferencial, que implica que estos comportamientos se dan por asociación de los delincuentes, es decir si una persona crece en un ambiente conflictivo, probablemente está más expuesto a aprendizajes errores. Las personas que crecen en ambientes no conflictivos con valores morales, están menos expuesto a este tipo de comportamiento.

Al respecto, se rescata desde el punto de vista de auditoría forense, que se debe conocer bien los candidatos para contratarlos en las instituciones financieras, esto por un lado y dentro de la entidad financiera se deben observar e identificar a los trabajadores honestos para promoverlos y a los deshonestos para efectuarles el seguimiento respectivo y retirarlos de la entidad financiera con las sanciones que se ameriten según el reglamento de asunciones internos de cada instituían.

Del mismo modo, Klitgaard, PHd HArvard, propone que si en instituciones públicas o privadas, existe Monopolio, más Discrecionalidad y reducido o inexistente control interno, son más expuestos o propensas a actos de corrupción y por ende fraude interno.

Por otra parte Donald, Cressey, Sociólogo del siglo 20, propone su teoría del fraude, el cual se da por tres factores: Incentivo/Presión, Oportunidad y la Pérdida de valores, aspectos que fueron analizados en los puntos precedentes del trabajo de investigación. Esto quiere decir que actúan de manera incorrecta, cuando existe la coincidencia de estos tres factores, porque justifican su mal accionar, para ello es importante conocer a nuestro personal y que no esté expuesto a un fraude material, mostrando los principios y valores institucionales y personales.

Los eventos de fraude interno pasan, porque no se buscan las señales correctas en las auditorias tradicionales, por lo cual es importante especializar a las aéreas de control interno en técnicas de auditoría forense, con el objetivo de efectuar análisis más exhaustivos, documentados aplicando técnicas de investigación documental en todos los ámbitos.

Asimismo según el estudio de la Association of Certified Fraud Examiner, en su informe anual 2017, dio a conocer que la perdida media por fraude a nivel internacional es de USD150,000. En esa línea según Global Fraud Report 2015-2016, son cerca del 76%, lo cual quiere decir que existe una alta probabilidad que se produzca en las empresas un evento por fraude interno, como se muestra a continuación.

Cuadro No.2: Empresas que sufren al menos un fraude
Fuente: La Nación, lanación.com.ar. (2020, de marzo 15).

De la misma manera, como factor de riesgo por fraude interno se vio la participación fuerte del factor corrupción, que según estadísticas tenemos, a Bolivia en el puesto 33 en el Ranking 2016, como se aprecia en el cuadro siguiente.




Cuadro No.3: Ranking de Corrupción Latinoamérica
Fuente: Transparencia Internacional; Pagina siete

De la misma manera, en el ámbito nacional se presentaron varios eventos de fraude interno entre ellos el evento de Banco Unión S.A., que represento una perdida para la institución financiera de Bs37.69 millones, denotando los deficientes controles internos al interior de la institución financiera.




Cuadro No.4: Fraude Interno Banco Unión S.A.
Fuente: https://www.opinion.com.bo/articulo/anuario-2017/banco-uni-oacute-n-sufre-mayor-desfalco-historia-financiera/20171228235600600177.amp.html, F.15.03.2020.

Asimismo, según la directora de la ASFI, Lenny Valdivia, reveló, ante la Asamblea, que el desfalco protagonizado por Pari no fue el único en el Banco Unión, sino que ocurrieron siete fraudes internos desde la gestión 2010, siendo, sin embargo, el más grande, el perpetrado por el ex gerente Juan Pari.

En 2010, el fraude interno fue por más de 415.000 bolivianos; en 2014 se afectó con 45.000 dólares; en 2015 se dio el tercer golpe por más de 573.000 dólares; mientras que en 2017 se registraron tres fraudes, sin contar el de Pari, por montos variables de 160.000 bolivianos, 30.000 bolivianos, 173.000 dólares y 195.000 bolivianos.

De acuerdo con información de la ASFI, el fraude interno que afectó al Banco Unión desde el año 2010 llegó a 800.784 bolivianos y 791.652 dólares (6.310.681 bolivianos en total). El de Pari superó en seis veces más los anteriores fraudes internos llegando a una cifra de casi 37.7 millones de Bolivianos.
Del mismo modo, otras entidades registraron pérdidas por fraude interno tal es el caso de Banco Bisa S.A., según la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI), informó el jueves que el banco Bisa activó acciones correctivas, fortaleció sus sistemas de control interno e inició los mecanismos legales correspondientes para recuperar los importes afectados tras el desfalco de 2,2 millones de bolivianos que ocurrió en dos sucursales de Santa Cruz.

Cuadro No.5: Fraude Interno Banco Bisa S.A.
Fuente: https://www.opinion.com.bo/articulo/el-pais/asfi-bisa-encar-oacute-acciones-correctivas-fortaleci-oacute-control-interno-desfalco/20190328104500645488.html, F.15.03.2020.

Entre los casos más relevantes de los últimos años, se observa una clara deficiencia en los sistemas de control interno, tradicionales mantenidos por las instituciones financieras.

4.2 ANALISIS DE RESULTADOS


Los eventos de fraude interno pasan, porque no se buscan las señales correctas en las auditorias tradicionales, por lo cual es importante especializar a las aéreas de control interno en técnicas de auditoría forense, con el objetivo de efectuar análisis más exhaustivos, documentados aplicando técnicas de investigación documental en todos los ámbitos.

Efectuado el análisis de resultados debemos preparar aspectos referidos a capacitar al personal antifraude, es decir formar auditores forenses, asimismo,  evaluar los riesgos de fraude  material en la empresa para contrastar el costo de oportunidad que este represente, como en el caso de Banco Unión S.A., la perdida ascendió a Bs37.7MM, lo cual justifica el potenciar el área de auditoría interno y la conformación de auditores forenses.

Otra de las medidas a realizar es la contratación de seguros, que resultan mitigantes precisos en estos casos, de la misma manera es preciso trabajar en la socialización de los códigos de conducta en cada institución financiera, dado que representa un factor de riesgos dentro del triángulo de fraude interno, capacitar en el Código de Ética de las instituciones financieras, la capacitación de valores, capacitación de señales de fraude y establecer mecanismo de denuncia , canal o línea ética de denuncia a fin de evitar conflictos de interés en las instituciones financieras.

4.3 PRESENTACION DE LA PROPUESTA


La  propuesta a realizar se basa en la consolidación de un área especializada de auditoría forense,  bajo un enfoque de reforzar e identificar los mecanismos de control existentes.

Para ello se consideraran los siguientes aspectos, claves y principales en la implementación de la propuesta que estará conformada por los siguientes pilares.

Pilar 1: Capacitación en Auditores Forenses
Las técnicas empleadas demandan la formación en conocimientos y habilidades requeridas para ejercer la profesión y especialización como auditores forenses, en las aéreas financieras, pero también en el campo legal, auditoria propiamente dicha, así como también, en aéreas de documentación e investigación y comunicación.




Cuadro No.6: Pilar de capacitación en Auditoria Forense
Fuente: Ramírez M., y Bohórquez, J. R. (2013).

Pilar 2: Proceso de Auditoria Forense
El fraude interno, se enmarca en aspectos de ocultamiento u operaciones sospechosas solapadas por actividades irrelevantes al interior de las entidades financieras, para ello es importante definir un proceso de análisis exhaustivo para identificar factores de riesgo interno, como se muestra a continuación.

Cuadro No.7: Proceso de Auditoria Forense
Fuente: Ramírez M., y Bohórquez, J. R. (2013).

Pilar 3: Canal de comunicación y denuncia
Este aspecto es importante, dado que muchos de los aspectos identificados por eventos de fraude interno, fueron realizados bajo el enfoque de los tres pilares de fraude interno, principalmente que los empleados o funcionarios que cometieron el delito, no fueron identificados inmediatamente de cometido el delito por lo cual debe existir un canal de comunicación y denuncia anónimo, bajo una estructura de gobierno corporativo que garantice su anonimato, a fin de evitar represalias en los casos que el denunciado pertenezca a un nivel ejecutivo o de mandos medios, como vimos en el caso de Banco Unión S.A.

La incorporación de la propuesta, exigirá el compromiso del Directorio de las instituciones financieras, la Alta Gerencia, Unidades de Control Interno y Unidad de Riesgo de las instituciones.

Su estructura deberá quedar fortalecida en los aspectos de formación continua y especialización en fraude interno, bajo un enfoque de auditoría forense, asimismo, aplicar el proceso señalado cumpliendo los estándares y recomendaciones internacionales e internas.




 

5. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES

 

5.1 CONCLUSIONES 


Es importante la formación y especialización del personal de control interno en las entidades financieras considerando que toda inversión en sus aéreas de control, mitigan posibles  en gran manera posibles eventos de fraude interno, de proporciones catastróficas.

Para ello se deben trabajar en capacitar priorizando las principales habilidades requeridas para el ejercicio de la Auditoria Forense, entendiendo que el perfil del Auditor Forense, además de tener la formación económica y financiera, debe complementar su formación en aéreas legales, y de documentación e investigación.

Asimismo, la detección de los fraudes, generalmente se detectan mediante denuncias anónimas, al no tener un buen control o Auditorías rutinarias, por ello es importante establecer un canal de denuncia que garantice el anonimato de los denunciantes al interior de las instituciones.
Por consiguiente, los costos en las pérdidas por los fraudes, pueden reducirse implementando sistemas acordes de control interno en las instituciones financieras.

Es importante considerar que el trabajo de auditoría forense tiene una estrecha interacción con la actividad del auditor interno, por lo cual, se debe establecer desde el estatuto de auditoría interna y en el comité de auditoría interna este vínculo de cooperación y comunicación para conservar la independencia y objetividad del auditor interno y aprovechar al máximo el trabajo del auditor forense.

Finalmente, hacer notar que la auditoría forense evalúa y examina la totalidad de las transacciones o los eventos involucrados, además de emitir un informe o dictamen pericial, basado en evidencia plena, que resista cualquier cuestionamiento, y cuyas afirmaciones sean determinantes en el proceso judicial. Para obtener dicha evidencia, es indispensable y altamente recomendable que exista una estructura de control interno satisfactoria, que aporte toda la información documental necesaria, coadyuvando notoriamente en la ejecución de la auditoría forense en las instituciones financieras.

5.2 RECOMENDACIONES   



Se recomienda implementar Auditorías sorpresivas, como herramienta efectiva para detectar fraudes. Las personas en general solo cometen fraudes si piensan que no van a ser detectadas. El control interno como única herramienta de control no es efectivo.

También es recomendable que cuando se tiene conocimiento de alguna tentativa de fraude, es recomendable iniciar una auditoría forense con la finalidad de investigar y confirmar el acto fraudulento, ubicar la actividad de control que ha fallado, cuantificar el daño patrimonial, y encontrar a los responsables para ejecutar las sanciones correspondientes.

Finalmente se recomienda, implementar todas las acciones necesarias para garantizar el cumplimiento a cabalidad de las disposiciones normativas internas y externas y cumplimiento de sanas prácticas, en beneficio del fortalecimiento de las aéreas de control interno de las instituciones financieras.




BIBLIOGRAFÍA    

       

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·         Opinión. (2020. 15 de marzo). https://www.opinion.com.bo/articulo/el-pais/asfi-bisa-encar-oacute-acciones-correctivas-fortaleci-oacute-control-interno-desfalco/20190328104500645488.html, fecha 15.03.2020.

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·         Waissbluth M. (2018) Educación para el siglo XXI. El desafío latinoamericano (1ra Ed.) Santiago,  Chile: Salesianos Impresores S.A.

ANEXOS


Anexo No.1: Triangulo del Fraude


Anexo No.2: Empresas que sufren al menos un fraude
Fuente: La Nación, lanación.com.ar. (2020, de marzo 15)
Anexo No.3: Noticia de prensa Opinión Banco Unión S.A.
Fuente: https://www.opinion.com.bo/articulo/anuario-2017/banco-uni-oacute-n-sufre-mayor-desfalco-historia-financiera/20171228235600600177.amp.html

Anexo No.4: Noticia de prensa Opinión ASFI
Fuente: https://www.opinion.com.bo/articulo/el-pais/asfi-bisa-encar-oacute-acciones-correctivas-fortaleci-oacute-control-interno-desfalco/20190328104500645488.html


GLOSARIO DE TÉRMINOS TÉCNICOS

Riesgo:
Es la contingencia, probabilidad o posibilidad de que eventos, anticipados o no, puedan tener un impacto adverso contra ingresos y/o patrimonio de la entidad supervisada (ASFI, 2020).

Eventos de pérdida:
Son aquellos incidentes que generan pérdidas por riesgo operativo a las entidades supervisadas (ASFI, 2020).

Tipo de evento de pérdida por fraude interno:
Corresponde a eventos de pérdida resultantes de actos realizados en forma intencionada para defraudar o apropiarse indebidamente de bienes de la entidad supervisada o incumplir disposiciones legales y reglamentarias, en los que se ve involucrado cuando menos uno de sus funcionarios, en beneficio propio o de un tercero (ASFI, 2020).

Proceso:
Es un conjunto de actividades planificadas y estructuradas que implican la participación de un número de personas y de recursos materiales coordinados para conseguir un objetivo previamente identificado, que permite desarrollar con regularidad las operaciones propias de la entidad supervisada (ASFI 2020).

Auditoría Interna:
Actividad independiente y objetiva de control eficiente, aseguramiento y consulta, concebida para agregar valor y mejorar las operaciones de una entidad supervisada, aportando un enfoque sistemático y disciplinado para evaluar y mejorar la eficacia de los procesos de gestión de riesgos, control y gobierno, contribuyendo así al logro de los objetivos de la entidad supervisada (ASFI, 2020).




Código de ética:
Conjunto de principios y valores generales que rigen las actuaciones y los estándares de comportamiento ético que se espera de todos los integrantes de la entidad supervisada incluyendo el nivel ejecutivo, órganos colegiados y accionistas, socios o asociados (ASFI, 2020).

Riesgo emergente:
Sucesos de gran envergadura con circunstancias que quedan fuera del alcance de la entidad supervisada en cuanto al control y las cuales pueden afectar en su rentabilidad, solvencia y liquidez (ASFI, 2020).

Riesgo inherente:
Riesgo al que se enfrenta una entidad supervisada en ausencia de acciones de la Gerencia General para modificar su probabilidad o impacto (ASFI, 2020).

Riesgo residual: Riesgo que permanece después de que la Gerencia General ha implementado sus respuestas a los riesgos (ASFI, 2020).

Tolerancia al riesgo:
Es la cantidad de riesgo que una entidad supervisada está dispuesta a asumir en su búsqueda de rentabilidad y solvencia. A diferencia del apetito al riesgo, la tolerancia es una medida más concreta de la variación en los niveles de exposición al riesgo (ASFI, 2020).